La situación de los créditos y préstamos en España ha cambiado mucho en los últimos años. El alto nivel de endeudamiento causado por la fiebre del ladrillo durante los pasados años, casi ha bloqueado la concesión de créditos por los bancos y las entidades financieras.
A diferencia de lo que pasaba hace unos años, cuando se necesitaban pocos requisitos para acceder al crédito, hoy día, se hace muy complicado poder acceder a los mismos, y los requisitos suelen ser muchos.
Cada banco o entidad financiera tiene sus propios requisitos y exigencias a la hora de conceder un préstamo a sus clientes, no obstante, hay ciertas similitudes entre los requisitos mínimos, que los interesados en la contratación de un crédito, deberán disponer para aspirar a que se lo concedan.
Los requerimientos más convencionales por parte de las entidades financieras, suelen ser:
No estar en ASNEF: en ningún caso, la persona que aparezca en la lista de morosos por impago, no conseguirá crédito en ninguna entidad.
Nivel de endeudamiento bajo: El cálculo máximo de endeudamiento que se puede asimilar, es el 40% de los ingresos del cliente.
Estabilidad laboral: si se es fijo, o lleva muchos años en la misma empresa, se posee mejores capacidades para que lo concedan.
Cliente de confianza: es más fácil que concedan un crédito a un cliente que lleva muchos años en la entidad, que a un completo desconocido.
Solvencia y capacidad ahorrativa: si el cliente tiene solvencia económica (no paga siempre tarde las facturas), y además tiene capacidad ahorrativa (maneja algún plan de ahorro), obtiene mayores posibilidades de concesión.
Finalidad del préstamo: dependiendo de la finalidad del préstamo, será más viable o no, ya que no es lo mismo pedir un préstamo para darse unas vacaciones, que para renovar el coche después de quince años usando el mismo.
Por último, cabe mencionar, que cuantos más requisitos se cumplan, mayor facilidad habrá por parte del banco para conceder el crédito.